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abril 23, 2017

Desde la frontera colombo - ecuatoriana

Tuve la oportunidad de colaborar con el equipo misionero de frontera del Vicariato de Sucumbíos. Además de Lago Agrio, logré visitar las comunidades que se encuentran en el Puente Internacional, General Farfán (llamado comúnmente la Punta), Patria Nueva, El Proyecto San Miguel (Vía a Colombia) y San Francisco. Si bien mi recorrido fue más bien en zonas campesinas de frontera, hay que tomar en cuenta que Sucumbíos es muy diversa. Además de la población urbana, se encuentra la población mestiza campesina, población afroecuatoriana e indígena (quichua y cofán). 

Sección norte de Sucumbíos con el Río San Miguel (Límite con Colombia)  
En esta época hay abundantes lluvias con la consecuente creciente del Río San Miguel en la frontera y el Río Aguarico (al sur de Lago Agrio). Los pobladores temen el desbordamiento de los ríos que puede afectar las viviendas y cultivos. El maíz ha sido fuertemente afectado, por lo que en la actualidad se está trayendo maíz desde el interior de Colombia. Por otro lado, un comentario general es que a raíz de las fumigaciones con glifosato (por el año 2000) la tierra se ha vuelto menos productiva. 

El paso hacia Colombia se nota tranquilo seguramente debido a la desmovilización de las FARC. Sin embargo, choca el contraste entre el puesto de policía fronteriza ecuatoriana y colombiana. En la zona colombiana, luego de cruzar el puente, la caseta de policía se encuentra protegida por sacos de arena. Lo mismo sucede en el caso de los pozos petroleros de Ecuador y Colombia. Los pozos que se encuentran cercanos a Lago Agrio lucen solitarios. En contraste, en el lado colombiano, en Puerto Colón San Miguel (Putumayo) la zona petrolera de la “Batería Colón” se encuentra personal militar fuertemente armado.

Vista desde el Puente Internacional del Río San Miguel (a punto de desbordarse).  

Apenas se cruza el puente sobre el Río San Miguel, en el lado colombiano hay numerosas camionetas que ofrecen transporte hacia el pueblo de “La Hormiga” (Valle Del Guamuez, Putumayo) por 7.000 pesos, que equivale a algo menos de 3 USD. Este pueblo está a menos de una hora de la frontera y en la parte inicial del trayecto de la carretera casi va en paralelo con el Río San Miguel, que en esa ocasión estaba cerca de desbordarse. El chofer cuenta que en caso de desbordarse toda la zona se inundaría, incomunicando a las poblaciones. En el trayecto tanto de ida como de vuelta se encontraban automóviles ecuatorianos que iban y venían hacia La Hormiga, que se dedica al comercio, como Ipíales (Nariño) aunque es más pequeño y con menos infraestructura que la población nariñense. En La Hormiga se encuentran anuncios ofertando los productos a ecuatorianos con facilidades de pago ya sea en dólares o con tarjeta de crédito. A pesar de que el IVA en varios productos colombianos se incrementó al 19% todavía sigue siendo conveniente comprar en el lado colombiano.

En toda la zona fronteriza se encuentran familias colombo-ecuatorianas que comparten historias familiares a los dos lados de la frontera. En el caso de las personas que llegaron en situación de refugio hacia el Ecuador manifiestan su deseo de que la paz siga avanzando, con todo, de manera general no desean regresar a Colombia. Con el tiempo han ido formando nuevos lazos familiares y afectivos en el Ecuador, por lo que no ven su futuro en Colombia. Por otro lado, al no estar la paz consolidada, siguen viniendo colombianos en necesidad de protección internacional. También hay nuevos motivos de migración forzada: se estima que habría decenas de personas que se  habrían trasladado desde Mocoa (Capital de Putumayo) hacia Sucumbíos debido a la avalancha en dicha población. Esta tragedia también ha acercado a las poblaciones ya que desde Sucumbíos han sabido brindar apoyo [1] a los hermanos colombianos. 

[1] El Universo "De frontera salió ayuda a afectados de Mocoa". http://www.eluniverso.com/noticias/2017/04/04/nota/6123182/fron-tera-salio-ayuda-afectados-mocoa

1 comentario:

  1. Interesantísimo este relato. La vida en las fronteras tiene dinámicas más complejas, gracias por compartir una realidad desconocida en zonas urbanas y la apertura que muestran los hermanos de Sucumbíos con nuestros hermanos colombianos. Sigue adelante en ese hermoso trabajo por los derechos humanos!

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