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agosto 01, 2014

Carrera a favor de las “mujeres valientes”



El junio la ONG jesuita ALBOAN llevó adelante en Bilbao (País Vasco) la segunda edición de la Carrera Solidaria por las Mujeres Valientes cuyo objetivo fue visibilizar y buscar financiamiento para sus proyectos a favor de las mujeres en África, Asia y América Latina. Yo tenía muchas ganas de participar en la carrera, sin embargo no me sentía tan “valiente” porque Bilbao se caracteriza por llover sorpresivamente. Además, las carreras no me traen gratos recuerdos por cuanto en la escuela el examen típico de educación física era realizar carreras, y como llegaba en los últimos lugares, me ganaba un rojo en la libreta de calificaciones. Finalmente, decidí inscribirme ya que el pronóstico del tiempo auguraba un buen sol y porque ofrecían que la carrera no iba a ser muy larga (serían unos 6 Km). Ya en la línea de meta, salí corriendo entre los primeros con mucho “ánimo y liberalidad” para acabar llegando entre los penúltimos, animándome con la canción que dice que “no hay que llegar primero sino hay que saber llegar”.

¡En sus marcas... listos... fuera!
Más allá de la anécdota, pude constatar de primera mano el gran trabajo organizativo que estaba detrás de la iniciativa de ALBOAN. La planificación de la carrera había demandado varios meses de trabajo coordinado. El equipo de comunicación había desplegado su creatividad en el diseño de la campaña de Mujeres Valientes en la prensa local. Se había logrado diversos patrocinios o colaboraciones institucionales entre los cuales estaban la Universidad de Deusto,  medios de comunicación, colegios y entidades de exalumnos jesuitas, etc. El recorrido de la carrera había demandado presentar 13 propuestas distintas, hasta que finalmente el Ayuntamiento aprobara. Ya en la carrera, participaron más de 100 voluntarios responsables de distintas tareas como información, registro y entrega de camisetas, ubicación en puntos estratégicos para orientar a los corredores, entrega de vituallas y premios, etc.

En ocasiones, se tiene una idea general y abstracta de los países del “norte” en donde se asume que todos son “ricos”, y por lo tanto sería fácil conseguir dinero de cooperación. Estas ideas simplistas ocultan el gran esfuerzo que diversas personas e  instituciones realizan para mantener proyectos al otro lado del mundo. El tiempo de crisis ha hecho que el estado de bienestar se deteriore en diversos ámbitos, entre los que se incluye las partidas de cooperación internacional por parte del gobierno español. Sin embargo, hay muchas personas solidarias que brindan su tiempo y sus escasos recursos tanto a propios (jubilados que mantienes a sus hijos adultos) como extraños (participación activa en campañas y voluntariado español en diversas partes del mundo).

1 comentario:

  1. “No hay que llegar primero sino hay que saber llegar”.
    Y como lo dices hermano , idea simple y vaga estar pensando en el norte , cada uno de nosotros somos un hermoso universo diferente en el cual gobernamos para bien de nosotros y mucho mejor si ese bienestar podemos compartir y generar un cambio en los demas

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